lunes, 6 de diciembre de 2010

Más madrugadores que los estudiantes. Y llegan cantando

Ante tanto frío en el norte es mejor buscar un lugar donde se pueda estar tranquilo, con comida abundante y un clima propicio. ¿Qué tal entonces el sur? Bueno, está bien que por acá está lloviendo bastante, pero las aves no tienen acceso ni al estado del tiempo ni a los pronósticos meteorológicos, por lo que, de manera instintiva, en esta época alzan el vuelo y se dirigen al trópico.

“Nos acompañan en estos meses, final y principio de año. Uno las avista muy inquietas en los árboles buscando alimento”, explica Nelson Giraldo Zuluaga, director del Grupo de Observatorio de Aves de EAFIT, quien combina el español con el latín cuando habla de sus particulares amigas, y es obvio, pues es en este último idioma en el que debe referirse, por eso del nombre científico, a su objeto de estudio.

Y así, nombres como Tangara cyanicollis, Pitangus sulphuratus o Pyrocephalus rubunus, entre muchos otros, hacen parte de la vida de Nelson, quien espera publicar el próximo año la Guía Ornitológica de EAFIT, compilación que precisamente hizo su grupo con las especies residentes y migratorias. Al final, luego de varios años de identificación, el equipo de trabajo, con el apoyo de unas estudiantes de Biología de la Universidad de Antioquia, identificó 69 especies de aves en la Universidad.

En esa Guía Ornitológica se destacan dos especies que se califican como registros históricos: la Tangara cyanicollis (tangara cabeciazul) y el Zonotrichia capensis (pinche). “Este último era un ave muy común en nuestra ciudad, pero su población ha sido disminuida por el Molothrus bonariensis (chamón) que lo parasita debido a que pone sus huevos en el nido del pinche y destruye o se come los de este (pinche)”, asevera Nelson.

El otro registro histórico, según el director del Grupo de Observatorio, en este caso la tángara cabeciazul, se observa mucho en el monte, por lo que fue muy curioso verla en EAFIT. “La vi hace como tres o cuatro años, y observarla en la ciudad, la verdad, es que sí llama la atención”. También, según Giraldo Zuluaga, en alguna ocasión vieron una guacharaca moteada (Ortalis guttata). “Como la anterior especie, es muy poco común verla en la ciudad”.

Una actividad de todos los días

Nelson es todo un personaje en EAFIT, al igual que sus mejores amigos. Estos últimos madrugan más que los estudiantes, de hecho mucho antes de que empiecen las clases de seis de la mañana, los melódicos visitantes ya andan de árbol en árbol, o de cebadero en cebadero, viviendo la Universidad Parque.

Fuente: Agencia de noticias Eafit.

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